30 octubre, 2010

Centenario del nacimiento de Miguel Hernández.

Un día como hoy de hace cien años nacía en Orihuela el poeta Miguel Hernández. Por eso quiero honrar su memoria con la entrada de hoy.

Miguel fue encarcelado en el penal de Ocaña en 1940. Durante el tiempo que estuvo allí encerrado se encargó de dar clases a los presos analfabetos y de proporcionar consuelo espiritual a los compañeros que sabían que en cuestión de horas, días o semanas iban a ser fusilados.


En aquel penal había un capellán que era  especialmente sádico por la crueldad con la que trataba a los presos y sus familiares. Cuentan que este piadoso cura se reservaba el placer de dar el tiro de gracia a los fusilados.
En la clase de literatura que daba a los presos Miguel Hernández compuso este poema que por sí solo habla de la calaña de este personaje

Fuente Miguel Nuñez visto en La Gavilla Verde.

EL CURA VERDUGO DE OCAÑA.

Muy de mañana, aún de noche,
Antes de tocar diana,
Como presagio funesto
Cruzó el patio la sotana.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

Llegó al pabellón de celdas,
Allí oímos sus pisadas
Y los cerrojos lanzaron
Agudos gritos de alarma.
"¡Valor, hijos míos,
que así Dios lo manda!"
Cobarde y cínico al tiempo
Tras los civiles se guarda,
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

Los civiles temblorosos
Les ataron por la espalda
Para no ver aquellos ojos
Que mordían, que abrasaban.

Camino de Yepes van,
Gigantes de un pueblo heroico,
Camino de Yepes van.
Su vida ofrendan a España,
Una canción en los labios
Con la que besan la Patria.

El cura marcha detrás,
Ensuciando la mañana.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

Diecisiete disparos
Taladraron la mañana
Y fueron en nuestros pechos
Otras tantas puñaladas.

Los pájaros lugareños
Que sus plumas alisaban,
Se escondieron en los nidos
Suspendiendo su alborada.

La Luna lo veía y se tapaba
Por no fijar su mirada
En el libro, en la cruz
Y en la "star" ya descargada.
¡Más negro, más, que la noche
Menos negro que su alma
El cura verdugo de Ocaña!

Miguel Hernández.

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