08 mayo, 2008

Sigue cantando



¿Te has puesto a observar la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales a veces traídos desde largas distancias.
Y cuando ya está terminado y están prontos para poner los huevos, las inclemencias del tiempo o la obra del ser humano o de algún animal lo destruye y tira por suelo lo que con tanto esfuerzo se logró...
¿Qué hace el pájaro? ¿Se paraliza, abandona la tarea?

De ninguna manera. Vuelve a comenzar, una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.

A veces -muchas veces- antes de que nazcan los pichones algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido...
Duele recomenzar desde cero... Pero aun así el pájaro jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando...

¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos no son los que soñaste? ¿Has querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?
¿Estás cansado de recomenzar, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo?

Así te golpee la vida una vez más no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete.
No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda.
Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.
No importa lo que pase... no desmayes, sigue adelante.
La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo.
Y sobre todo... nunca dejes de cantar.

Dedicado a mi amigo,hermano y compañero Javier Martín Díaz

1 Internautas dijeron....:

Anónimo dijo...

En su momento leí esta entrada de tu estupendo Blog. Como bien sabes, no estaba precisamente bien, y pasé por uno de esos momentos de la Vida que marcan un punto de inflexión.

Entre tú y yo, sobran las palabras de agradecimento, porque sin abrir la boca, sin hacer un gesto, sabemos que estamos agradecidos, del mismo modo que las disculpas, aunque siempre liberan, también son innecesarias en nuestra gran Amistad.

En cualquier caso, quiero decirte aquí y ahora algo que tú bien sabes, y es agradecerte por dedicarme este texto, por estar ahí y por tu gran Amistad.

Un fuerte abrazo, hermano.